¿Por qué es importante registrar los avances en un proceso terapéutico?

En nuestro día a la día las personas no destacamos por ser unos seres excesivamente objetivos.

Nuestra memoria en muchas situaciones no es del todo fiable, ya que está influenciada por diversos sesgos, como aquellos que hacen que recordemos con más intensidad los eventos que tuvieron un mayor impacto a nivel emocional, o los que vivimos más recientemente.

En los procesos terapéuticos ocurre lo mismo. Tanto la memoria de la persona usuaria del servicio como la memoria de la terapeuta que lo acompaña, se verán afectadas a lo largo del tiempo por diferentes sesgos que distorsionarán los recuerdos y por tanto la percepción del avance, éxito o fracaso en el tratamiento.

Sin embargo, la buena noticia es que todos estos inconvenientes pueden resolverse llevando a cabo un sencillo registro del proceso terapéutico.

Las 5 ventajas de registrar el proceso terapéutico

  1. Funciona como “memoria externa”. Nos da la posibilidad de volver hacia atrás y recordar con objetividad que acciones se han llevado a cabo y qué resultados han tenido, eliminando varios de los sesgos que afectan a nuestra memoria.
  2. Forma parte del seguimiento y la evaluación continua y a largo plazo. Nos permite observar la evolución de las personas, comparando con precisión el punto de partida en la evaluación inicial, con el momento actual, pasando por las etapas intermedias.
  3. Es una herramienta de aprendizaje. Nos permite relacionar actividades propuestas con el resultado obtenido, entender qué funciona mejor y qué no, qué acciones son más sencillas para el usuario etc.
  4. Fuente de motivación para el usuario. Esta es una de las mayores ventajas de registrar el proceso terapéutico. Al releerlo, la persona puede ser consciente de todo lo que realmente ha hecho, de las cosas que ha conseguido, de que ya no está en el mismo punto que al empezar y que, aunque a veces sienta que las cosas no avanzan, en realidad si que lo están haciendo. Le permite ver su progreso, sus éxitos y sus mejoras.
  5. Es sencillo de realizar. No requiere mucho tiempo ni material para llevarlo a cabo. Además, genera el hábito positivo de dedicarle unos minutos a reflexionar sobre el día y escribir sobre el mismo.

¿Qué es importante registrar?

Ahora bien, a la hora de llevarlo a cabo hay algunos elementos que no pueden faltar en cada entrada de nuestro registro.

  • Fecha. Parece obvio, pero es de vital importancia fechar todo lo que escribimos para poder crear una línea temporal y relaciones en el tiempo cuando vayamos a releerlo.
  • Acción realizada y su resultado. Es interesante no solamente poner qué se ha conseguido, sino que estabas haciendo para llegar a ese punto. Describir brevemente el ejercicio o actividad que hiciste y cuál fue su resultado.
  • Eventos significativos, tanto positivos como negativos. Este punto puede ser el más importante, junto a la fecha. Dejar constancia de aquellos pequeños-grandes éxitos conseguidos en el camino: objetivos intermedios cumplidos, la primera vez que se consigue hacer algo, el día que por fin finalizaste aquella actividad o algo que nos sorprendió porque fue un éxito inesperado. Dejar constancia de esas pequeñas victorias, tan importantes en cualquier proceso terapéutico, son de gran ayuda para motivar a las personas en etapas del proceso más complicadas o con menos avances. Por otro lado, es importante registrar también aquellos eventos significativos a nivel negativo como un retroceso en una actividad que ya estaba conseguido, un mal día en el tratamiento o alguna dificultad que apareció de imprevisto. Tener estos eventos registrados ayudará al profesional que acompaña el proceso terapéutico a intentar entender qué ha ocurrido.
  • Elementos importantes de cada proceso que indique su terapeuta. En el proceso individual de cada usuario no será necesario registrar lo mismo. La terapeuta que lo acompañe puede pedir que se registre información diferente en función de que actividades se están trabajando así como el punto del proceso en el que esté la persona. Además de lo ya indicado, se pueden registrar hábitos y rutinas, el estado anímico, la dieta, la calidad del sueño y un largo etcétera.

¿Cómo deber ser un registro/?

La clave para que esta herramienta funcione y sea realmente útil tanto para usuarios como para terapeutas se resumen en los siguientes cuatro adjetivos.

Un registro debe ser:

  • Sencillo. Debemos mantenerlo simple, tanto en el material utilizado, como en el contenido escrito o el momento del día que se realiza. El usuario necesita percibir que llevarlo a cabo es fácil.
  • Cómodo. El formato en el que se escribe debe resultar lo más accesible para la persona que lo está llevando a cabo. Si es una persona que suela usar pequeñas libretas, papel y lápiz. Si no, una buena opción es una app de notas en su teléfono móvil. Este elemento está siempre a mano en el día a día y nos aseguramos de no perder papeles.
  • Concreto. La idea no es escribir un diario, sino una pequeña entrada, no mucho más de dos líneas, en las que, de manera esquemática, se resuman únicamente los eventos relevantes para el proceso terapéutico.
  • Constante. Esta puede ser la cualidad más importante del registro, que realmente se le añada información de manera continua. Es la única manera por la que podremos usarlo en el futuro para todas las acciones que se mencionaron con anterioridad. Una buena opción para no olvidar escribirlo es incluir esa actividad en la rutina diaria, realizándola siempre en el mismo momento del día o estableciendo una alarma que nos recuerde que debemos añadir el contenido diario.

En resumen, registrar el proceso terapéutico es una valiosa herramienta para hacer un seguimiento objetivo de los usuarios y del tratamiento; elimina muchos de los sesgos que afectan a nuestra memoria; es sencillo; nos permite aprender sobre el proceso y mejorar la intervención y sobre todo, es una fuente de motivación valiosísima para los usuarios.

En él debe incluirse la fecha, las acciones realizadas y sus resultados, todos los eventos significativos tanto positivos como negativos y cualquier otra información que la profesional responsable sugiera.

Para que esta herramienta sea útil, el registro debe mantenerse sencillo, cómodo, concreto y constante.