¿Por qué mi peque no quiere hacer caca en el baño?

La retirada del pañal es uno de los hitos del desarrollo que más preocupa a las familias, en especial por ser un requisito en muchos centros para el inicio del curso escolar. Uno de los desafíos más comunes que pueden surgir durante este proceso es la resistencia o el rechazo a hacer caca en el váter. Este comportamiento puede resultar bastante frustrante para los cuidadores, pero es importante abordarlo con comprensión y paciencia.

Como terapeuta ocupacional con formación en integración sensorial, he trabajado con muchas familias que enfrentan este problema. En este artículo quiero compartir contigo algunos puntos clave que podrían ayudarte a entender por qué puede ser que tu pe

Estos son algunas de los factores que pueden estar implicados, pero siempre es necesario hacer una evaluación personalizada de cada caso para comprender realmente la situación del peque.

¿Por qué rechaza hacer caca pero acepta hacer pipi?

  1. Sensibilidad sensorial Los niños pueden registrar la información sensorial de manera diferente. Algunos pueden ser muy sensibles a las sensaciones físicas asociadas con hacer caca, como la textura del asiento del váter, el olor o la sensación al expulsar las heces. Esto puede hacer que prefieran usar pañales o retener las heces para no enfrentarse a esa actividad. Otros pueden no notar o identificar adecuadamente las señales internas que le indican la necesidad de defecar y hacérselo encima. En ambos casos hay dificultades en la integración sensorial y una evaluación en mayor detalle por una terapeuta ocupacional será siempre de gran utilidad.
  1. Diferencias a la hora de evacuar Cuando hacemos pipi, simplemente necesitamos relajar el esfínter y la orina saldrá sin que hagamos ningún otro esfuerzo. A la hora de defecar, sin embargo, no basta con relajar el esfínter. Necesitamos realizar cierto esfuerzo muscular para movilizar las heces. Esta diferencia hace que muchas veces el peque sea capaz de hacer pipi “con normalidad” pero rechace hacer caca al resultarle más incómodo.
  1. Miedo o ansiedad La transición al váter puede ser intimidante para algunos niños, especialmente si han tenido experiencias negativas como dolor al defecar o presión excesiva por parte de los adultos. Los peques son capaces de hacer asociaciones entre conceptos muy rápidamente y en ocasiones, estas son negativas o no del todo correctas como “hacer caca duele, da miedo o es desagradable”. Esto aumenta su rechazo a la actividad, muchas veces desde el miedo.

¿Qué puedo hacer para apoyar a mi peque?

  1. Permítele usar pañal para hacer caca si lo solicita: Durante el proceso de aprendizaje para usar el orinal o el váter, es muy importante que el peque defeque, que no aguante las ganas de hacer caca por no tener un pañal. Si no le permitimos usar un pañal y se niega a hacer caca, podría hacer que generalice las conductas retentivas y este días sin defecar, pudiendo derivar en un trastorno funcional de la defecación. Por tanto, es prioritario que haga caca, ya iremos cambiando el cómo y el dónde poco a poco.
  1. Crear un ambiente cómodo: Asegúrate de que el entorno del baño sea acogedor y seguro. Es importante adaptar el espacio al tamaño de nuestros pequeños, usando orinales o reductores y facilitando que siempre pueda apoyar los pies en el suelo. ¡Truco! Si rechaza el baño, podemos acercar el espacio a través del juego, llevando a nuestro juguete favorito a hacer caca por ejemplo.
  1. Establecer una rutina: Implementar horarios regulares para ir al baño puede ayudar a tu peque a preveer cuándo es el momento adecuado para intentar hacer caca. Si no hace caca no pasa nada, no forzamos e intentamos más tarde, pero de manera constante en el tiempo. Esto lo va exponiendo a la situación, haciéndola más familiar y reduciendo la ansiedad que le genera la situación.
  1. Reconocer y validar sus sentimientos: Es importante mostrar comprensión y empatía hacia las emociones de nuestros peques. Evita presionar o castigar por no usar el váter, ya que esto podría aumentar su percepción negativa hacia la actividad.
  1. Consultar con un profesional: Si tu peque muestra signos de malestar físico, como estreñimiento severo, es recomendable consultar con tu pediatra para una valoración exhaustiva. Si la retención de heces o el rechazo a la defecación se mantiene, consultar con una terapeuta ocupacional especializado en integración sensorial puede ser clave para ayudarte a acompañar a tu peque en esta transición.

En conclusión, abordar la resistencia de nuestros peques a usar el váter con sensibilidad y comprensión puede marcar una gran diferencia en su proceso de desarrollo. Cada peque es único y por tanto requerirá estrategias personalizadas adaptadas a su situación.

Recuerda que el proceso puede llevar tiempo y ser complejo, pero lo que más necesita tu peque para conseguir el éxito en esta transición es tu paciencia y tu apoyo incondicional.

¡No lo olvides, lo estás haciendo lo mejor que puedes, con lo que sabes y en el momento que vives!

Te mando un abrazo enorme 🙂

Claudia Lorenzo Luis
Terapeuta Ocupacional con formación en Integración Sensorial
Nº col. 4680059 COPTOCA